Roberto López
Aproximadamente hace 15 días después de la misa dominical tuve una breve plática con el padre José Luis Cordero Velasco quien me ha regalado una bonita amistad y le comente que tenia algunas dudas respecto a su profesión a lo que el me respondió “claro hijo, el otro domingo si dios quiere, si me invitas el desayuno, yo te cuento todo lo que quieras” así es como acepte invitarlo desayunar a la casa.
Eran las 9:30 de la mañana cuando arribamos a mi casa, ya mi madre se había adelantado para preparar la mesa, así nos sentamos en la sala y fue ahí que comenzamos con las preguntas.
-¿Qué le llevo al sacerdocio?
-El deseo de trabajar por el Evangelio y por Jesucristo. Fue un proceso largo que se fraguó durante mi adolescencia. Ya a los doce o trece años Jesucristo me gustaba y me atraía. Entonces se me ocurrió la idea de ser sacerdote.
-Y, ¿cómo conoció a Jesucristo?
-En primer lugar a través de la educación religiosa de mi familia. Después a través del colegio y de la parroquia.
-¿Qué le dijeron sus padres al enterarse de su decisión?
-Se sintieron muy alegres, satisfechos y orgullosos. Mis padres son muy religiosos y para ellos fue y sigue siendo una gran alegría..
-¿No echa de menos tener una familia: mujer, hijos?
-En algún momento sí. Es lógico, ya que el sacerdote no deja de ser un ser humano normal con inclinaciones como el amor, una mujer, una familia. Se echa en falta, pero con verdadera vocación y convicción esa carencia se supera.
-Pero, ¿por qué se supone que un cura no se puede casar y tener hijos?
-Es una norma de la Iglesia que se introdujo en un momento determinado y que puede cambiar. No está en el Evangelio como exigencia obligada para el sacerdocio, para los apóstoles y sus sucesores. Es una decisión de carácter disciplinar que introdujo la Iglesia y que mantiene, aunque puede que algún día la suprima. ¿Por qué motivos? La razón más importante es que la vida sacerdotal es muy exigente y para llevarla a cabo con verdadera entrega es preferible no tener las obligaciones lógicas y la entrega natural que conlleva una familia que atender y que cuidar. Una familia haría más difícil la dedicación plena del sacerdote.
-¿Alguna vez se sintió atraído por el género femenino?, ¿le costó mantener el celibato?
-El celibato se puede asumir con una fuerte motivación religiosa. El amor humano, a una mujer, no es el amor más grande que puede haber. Puede haber otros amores mayores; y por ese amor mayor se puede renunciar al amor de una mujer.
-¿Pero eso no significa que un sacerdote no se pueda enamorar de una mujer?
-Eso puede ocurrir. Se renuncia a una mujer por el celibato sacerdotal, por la consagración de la virginidad de los religiosos, pero eso no excluye la posibilidad de que en algún momento se conozca a una mujer hacia la cual se sienta una atracción afectiva. Eso es perfectamente normal. Simplemente significa que el sacerdote sigue siendo hombre.
Hasta este momento la charla era muy buena y no me refiero que lo que sigue en la redacción sea aburrido, sino que apareció mi madre diciendo “padrecito ya siente a desayunar y ahí siguen con la plática” por lo que el padre comento “me parece buena la idea” así es como paso al wc a lavarse las manos y luego se dirigió al comedor, tomo asiento y dijo “hagamos oración rápidamente porque tenemos una buena charla con Robert y no quiero olvidarme de lo que estábamos comentando.
Así es como retomamos el tema y le hice la siguiente pregunta
-¿Salir del sacerdocio, si te has enamorado es pecado?
-En algunos casos el abandono del sacerdocio puede ser una infidelidad a Jesucristo aunque no siempre. En algún caso es una situación, no me atrevería a decir de pecado, pero sí de contradicción religiosa.
-¿En qué caso?, ¿de que depende?
-Puede haber personas que hayan tomado la decisión de hacerse sacerdotes equivocadamente; gente que con toda su buena voluntad decidió embarcarse en la vida sacerdotal y descubre con el paso del tiempo que no es su camino. En ese caso, si tras unos años de experiencia en la vida sacerdotal se comprueba que no es la propia vocación, que esa persona reoriente su vida no creo que pueda ser una infidelidad, sino todo lo contrario. Pero si uno sigue queriendo el sacerdocio, sigue viendo que es su vida, que no debería renunciar a ello y que renuncia por el amor de una mujer o una familia, eso sí sería una infidelidad.
-¿Es malo el sexo?, ¿está justificado sólo para procrear?
-El sexo es bueno, es una cosa preciosa. El sexo es el lenguaje del amor y es el lenguaje con el que se expresan todos los que se aman sinceramente. Unas veces será para procrear y otras veces no. Por ejemplo, una mujer de 70 años que ya no puede tener hijos tiene relaciones sexuales con su marido y no con finalidad procreadora. La Iglesia nunca ha dicho que esto sea incorrecto. El sexo es el lenguaje del amor y todos los que se aman seriamente se comunican y realizan su amor a través de esa entrega.
-¿Se ha arrepentido alguna vez de su decisión?
-No. Se pueden vivir momentos tristes o duros, pero nunca me he arrepentido.
-¿Está de acuerdo al cien por cien con la doctrina de la Iglesia?
-No, y no tengo por qué estar de acuerdo. La Iglesia deja mucho margen de libertad a los cristianos. La Iglesia sabe que muchas de sus enseñanzas con el paso del tiempo ya no valen y vendrán otras enseñanzas nuevas. En la Iglesia hay un fondo de enseñanza que es unánime, universal y absoluto; pero luego hay otras más coyunturales que dejan de tener vigencia ya que estaban sujetas a una circunstancia histórica concreta. Habría que distinguir cuales.
-¿Cómo se imagina a Dios? ¿Y la vida eterna?
-El mejor concepto que tengo de Dios es un tópico. Me imagino a Dios como un padre entrañable. No me lo imagino físicamente porque no creo que tenga forma física, es Espíritu. Respecto a la vida eterna, no me la imagino mucho. Sé algunas cosas: que es un estado de felicidad en la presencia de Dios con todos los seres queridos. Incluye la dimensión física del hombre a través de la Resurrección.
-¿No le parece machista que sólo el hombre pueda realizar al Eucaristía?
-No. En mi opinión las razones que da la Iglesia son serias. Entre ellas que Jesús fue hombre, y no mujer, y la Iglesia entiende que el representante de Jesús, el sacerdocio, debe ser del mismo género que Éste. Y eso no es machismo. Por el hecho de que la mujer geste en su vientre no es superior ni inferior al hombre, simplemente diferente. Yo en este caso diría lo mismo: por el hecho de que sólo el varón presida la Eucaristía, no es inferior ni superior a la mujer, sólo diferente. Comprendo que las razones de la Iglesia cueste entenderlas. Le he dado muchas vueltas al asunto y creo que las razones que da la Iglesia tienen un peso, aunque se tardará en aceptarlas.
-¿Cree que hay personas dentro de las comunidades de religiosas que no están convencidos?
-Seguramente sí. Será para ellos penoso porque no están en su sitio adecuado. Tampoco para la propia comunidad religiosa es una cosa positiva.
-¿Qué opinión le merece un ateo?
-En principio merece respeto. Luego lástima, ya se pierde algo muy importante en la vida: la experiencia religiosa, la perspectiva trascendente. Un ateo no está disfrutando, no está experimentando algo muy importante: una fé, una esperanza, sentirse querido, una confianza, una energía espiritual, una comunidad de hermanos. Son realidades de las que un ateo no tiene experiencia y eso seguramente le esté quitando cosas valiosas: otra alegría, otra esperanza, otra certeza, otra seguridad. Por eso me parece una lástima y me gustaría compartir con él mi fé.
-¿Ha pecado alguna vez? ¿Sigue pecando?
-Sí, claro, muchas veces. Y sigo pecando alguna vez.
-¿Sólo se van a salvar los cristianos católicos?
-No, se van a salvar muchos más que no son cristianos. Musulmanes, protestantes, anglicanos… que sean fieles a su conciencia, a su verdad. Ahora bien, si conocen a Jesucristo y lo desprecian, están despreciando la Salvación.
-¿Se ha planteado que si usted hubiera nacido en Arabia Saudí probablemente ahora sería musulmán o en Inglaterra cristiano anglicano?
-Es posible que sí. Si yo nazco en Arabia Saudí y soy musulmán me pueden pasar dos cosas: que el Islam me parezca muy bien y que siga toda la vida como un musulmán convencido, pero también que con el paso del tiempo y pensando sobre mi religión, tratando de vivirla, me de cuenta de que no me convence.
-¿No le parece que la religión es un producto histórico?
-Tiene una dimensión histórica y cultural muy importante, pero no es lo más importante en la religión. En el cristianismo hay unos elementos históricos que son cambiantes, pero los elementos esenciales no son cambiantes, no son histórico-culturales, se han dado siempre. Son elementos netamente religiosos. El alma de una religión no es histórico cultural, es originaria. Aunque la Iglesia cambie los elementos esenciales no se alteran, ya que son una verdad religiosa firme
Por ultimo.
-Por ultimo ¿Le da miedo la muerte?
-Miedo no, pero un poco de respeto sí. Sin embargo un cristiano tiene una esperanza superior al temor que le causa la muerte. Al cristiano le duele y le preocupa la muerte, pero la fé y la esperanza en Jesucristo resucitado es más fuerte que todo esto.
Asi es como esta figura religiosa es y piensa del ambiente evangélico
Hola Robert:
ResponderEliminarInteresante la primera parte de tu relato.
Pues en general muy bien la estructura de tu blog y haz cumplido con todas las notas únicamente faltó el link del video.
Calificación 9